Cine boricua: a propósito del rumbo de la cinematografía de ficción del siglo XXI
- Mariely Rivera
- 27 jun
- 4 Min. de lectura
El lenguaje cinematográfico puertorriqueño ha logrado conectar audiencias tras el audiovisual ocupar un lugar de interés entre las personas. Según la información ilustrada en el libro Cine boricua, de la autoría de la Dra. Rosana L. Díaz Zambrana y de recién publicación en el 2025, los datos del 2024 muestran que, durante el pasado mes de octubre, hubo cinco películas en exhibición en las salas del país. Este manuscrito analiza ciento siete películas y aborda diversas temáticas afianzadas bajo el espectro social de la nación, la identidad y la resistencia. Las películas analizadas son parte de la cinematografía puertorriqueña de ficción del siglo XXI.

Recorrer este libro es una continua aventura, perfilada por la sensación de descubrimiento ante la amplia muestra de cine de ficción en Puerto Rico que se devela. La autora es puntillosa en su análisis y afirma que la revisión de literatura que utilizó para la creación de esta obra reconoce al audiovisual como parte de la historia sociocultural, la cual ha sido rescatada y publicada en reconocidas piezas de trabajo, por ejemplo, en Historia del cine puertorriqueño de Kino García. El disfrute de estudiar lo cinematográfico plasma el constante debate entre lo que significa cine puertorriqueño o cine hecho en Puerto Rico.
He aquí el punto de inflexión sobre escribir acerca de la obra Cine boricua, dado que hemos buscado romper los estilos preconcebidos de redactar una reseña de un libro. Este no es un libro convencional, sino una pieza transcrita a partir de la profundidad de las capas sociales traumadas en un país diverso y complejo que reúne unos nueve millones de habitantes, suma que comprende los que están viviendo en la diáspora y los que viven en Puerto Rico. La lectura del manuscrito reafirma el estado de la nación y acota las secuelas de los desastres naturales que han impactado a Puerto Rico, los efectos de la pandemia, la violencia desde múltiples dimensiones —de género, de naturaleza económica, colonial, por desatención a la salud mental—, la migración, la ofensiva energética que engendra precariedad y crisis social, la deuda fiscal, las luchas de poder, las acciones por minimizar la educación justa, entre otros temas. El análisis de Díaz Zambrana nace a partir del ruido que emana de los conflictos, desde el dolor de las pérdidas humanas y materiales en lo personal y colectivo, y a tenor con el estímulo de imbricar el lenguaje cinematográfico como espejo de la realidad social.
Este libro posiciona el artefacto del cine de ficción puertorriqueño a partir de la identidad cultural y argumenta, acorde al punto de vista de Stuart Hall, que está sujeto al juego continuo de la historia, la cultura y el poder. La autora plasma un segmento que expone al lector a un recorrido histórico en función de las décadas y el tiempo, puntualizando que es breve. Aglutina datos e información valiosa que, juntos, conforman un manuscrito poderoso para su inserción en la educación. Pedagógicamente, Díaz Zambrana afina elementos que innovarían los currículos de educación superior, incluyendo aquellos que se insertan en las escuelas especializadas en artes visuales, radio y televisión. Su trabajo inspira a generar nuevas propuestas educativas de creación, a raíz de los cambios producidos por la hipermediación de las tecnologías, las plataformas y las redes sociales.

No hay duda de que la era digital ha propulsado las formas de comunicación humana y de que las comunidades digitales son un espacio importante para generar movimientos de cambio social a raíz del poder de la circulación y la distribución de los contenidos y los recursos audiovisuales. Asimismo, la virtualidad ha generado otros retos circundantes a la circulación y distribución de la cinematografía, dado la inmediatez, el streaming, el negocio de la industria del cine, el control de la oferta fílmica y los incentivos monetarios, los cuales representan nuevos temas de discusión en la actualidad. En Cine boricua, se interpelan estas realidades una vez se expone la muestra de las ciento siete películas analizadas.
Cine boricua trasciende los códigos lingüísticos y geográficos, exhortando a los lectores y espectadores a experimentar los sentimientos que han aflorado a partir de la devastación y el desencanto en un país y a contrastarlo con la posibilidad del empoderamiento y las historias de resiliencia que son principalmente capitaneadas por mujeres cineastas. Estas, desde el testimonio visual, retratan al país. Démosle la bienvenida a este magnífico libro que afianza el cine puertorriqueño de ficción del siglo XXI, enaltecido por el lente de las películas analizadas que ilustran elementos de la cultura popular y la creatividad. Exponer la resistencia ante las tendencias del mercado del capital es una apuesta virtuosa para reconocer y comprender las identidades nacionales. Investigar y escribir es un trabajo intrínseco que se acciona dialogando desde la educación. El legado es comunicarlo y se ha logrado en este manuscrito.
Díaz Zambrana, R.L. (2025). Cine boricua 2000-2024: Nación, identidad y resistencia en la cinematografía puertorriqueña de ficción del siglo XXI. Publicaciones Gaviota.
La autora culmina su tesis sobre la economía política de la Comunicación, el consumo cultural, la mediatización y las comunidades virtuales.
Excelente su escrito sobre la importancia de la obra "Cine Boricua".
Tengo el privilegio de ser amiga de la Dra Diaz Zambrana desde la ninez. Estuve en el lanzamiento del libro en Casa Norberto celebrando este gran logro . Tambien soy la mamá de la artista que usted amablemente ha incluido en su resena.
Soy entusiasta del cine en general. Sin embargo, Cine Boricua me ha despertado el interés de disfrutar del talento de nuestro Pais en el 7mo arte.
Ademas ha sido un honor compartir con Rosana lo que resuena en mi despues de ver la pelicula y su analisis. Llevo 11 peliculas....voy por más!