Las escuelas rescatadas en Puerto Rico se han transformado en espacios vivos de educomunicación, alfabetización mediática y organización social intergeneracional. A partir de su re-ocupación tras el cierre masivo de planteles y el huracán María, estas iniciativas comunitarias evidencian cómo la comunicación y la educación fortalecen la resiliencia, la memoria colectiva y la acción social.