Un video en Reels a través de Instagram con interfaz en Facebook me llevó a conocer una agrupación musico danzante de bomba multigeneracional, que emite ruido desde Arroyo, Puerto Rico. La producción de contenidos digitales realizadas por propulsores de plataformas y de redes sociales ha generado mundos insospechados, en especial, aquellos que acotan ser proyectos independientes. El periodo pandémico aceleró los procesos de inmersión a la tecnología, aunque no a la par con la alfabetización digital y mediática que se necesita para cerrar la brecha de la inequidad social. Así las cosas, Taller Bomba con Conciencia ruge desde el sur de la isla grande.
La música no se detiene, en especial, el género afro boricua de la bomba. Hoy el espacio bombero se amplía y emerge multiplicando el batey a través de todo Puerto Rico con impacto directo en la diáspora. Esa música retumbante desde el sureste la experimentas una vez te adentras a la escuela rescatada intermedia original conocida como, José De Choudens, que palpita su actividad a través de diversos servicios e iniciativas comunitarias con especial atención durante los fines de semana.
Así llegué al batey que se organiza de forma estructurada para ofrecer clases de bomba por parte de la iniciativa Taller Bomba con Conciencia. Siendo un género afro boricua trascendental con más de tres siglos de historia, no se considera por parte de los estudiosos del género como folclórica. El historiador Pablo Luis Rivera[1] la define como un género musical panamericano influenciado por las distintas migraciones de personas oriundas del continente africano y la península ibérica hacia las Américas.
El taller es un esfuerzo en acuerdo con la escuela de danza Saboriké y organizado por Alicia Ayala Sanjurjo e Iván Ortiz Amaro. Evan es el nombre artístico como escritor y director del musical Barracones: La tragedia de la Reina Lie y, fundador de la página en red social Bombeando 100 x 35 y más. Esta página de Facebook se establece para apoyar las actividades musicales acordes al género bombero. La interfaz entre las páginas de Facebook de Taller Bomba con Conciencia, Saboriké y Bombeando 100 x35 se fusiona y llevan al espectador a descubrir otros apoyos de plataformas digitales como EnMiPatioPR. En estos entornos virtuales debutan las comunidades digitales descritas. Al ritmo de la bomba se luce el piquete, el paseo y al golpe del tambor Alicia funge como la maestra bailaora. Junto a Evan lidera clases de fundamento y nivel intermedio. Asimismo, se ofrece un curso de percusión fabuloso que comprende integrantes de otros municipios hermanos.
La experiencia pandémica los llevó a mantener la conectividad cibernética con esfuerzo de ofrecimientos de clases de bomba. Pero la naturaleza de este género musico danzante requiere la presencia física del tambor. Por lo que hoy, la prioridad en mantener la clase presencial, aunque las redes sociales son su principal vehículo de difusión. Ambos gestores culturales reconocen que Taller Bomba con Conciencia es una iniciativa hija de las redes sociales. En otras palabras, la información sobre la existencia de las clases se ha visibilizado a través de estos canales de comunicación, creando la frecuencia del reconocimiento de su existencia.
He aquí el centro de la consciencia bombera multiplicada entre comunidades presenciales y digitales. Los eventos y actividades culturales coexisten entre la experiencia física y cibernética. De esta forma, se amplía el alcance y se democratiza el género de la bomba siendo ahora una de todas las personas que deseen aprenderla y acogerla. La consciencia fundamenta esa sinergia con la esencia pura de las raíces ancestrales. La bomba es de Puerto Rico y hoy se amplía como una resistencia a olvidar nuestras entrañas.
Mariely Rivera-Hernández- La autora es investigadora independiente, educadora, podcaster y fundadora de ChangeMaker Foundation.
[1] El trabajo Bomba y plena, música afropuertorriqueña y rebeldía social y estética presenta una discusión elocuente y estudiada sobre la bomba como estilo musical de activismo en Puerto Rico y fuera de la isla desde la diáspora.
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